¿ANGELES O DEMONIOS? :

05.04.2013 10:43

 

Normalmente resulta extremadamente difícil diferenciar entre el bien o el mal, entre lo correcto o lo incorrecto, discernir entre día y noche sin tener en consideración la transitoriedad del atardecer o la alborada. La línea que separa parámetros polares es tan sutil como la división entre el amor y el odio.

Generalmente estas apreciaciones se sustentan en la interpretación que cada cual hace de los hechos, regidas como casi todo en esta vida, por las referencias externas que condicionan las mismas o más corrientemente por los intereses particulares que nos acercan a una u otra.  

Los medios de comunicación, son una clara muestra de lo que digo. Según su posicionamiento ideológico nos presentarán un mismo hecho de una manera u otra obviando generalmente la razón de ser que debería guiarlos, es decir, el análisis y tratamiento ecuánime de la información.

Hoy en día los medios de comunicación manipulan la información de tal manera que llegan a convertir al ángel en demonio y viceversa.

Como muestra un botón. En el partido entre PSG y Barça, se llegó a catalogar de penaltito, (Antena tres) la clarísima infracción cometida por el guardameta francés que además debería haber supuesto su amonestación y sin embargo sobre el plantillazo cometido por Marco Verratti, totalmente impune, sobre Dani Alves que dio origen a la posterior falta, tarjeta injustificada a Mascherano y polémica jugada que originó la queja del Barça por omisión de la aplicación del artículo quinto, nada, absolutamente nada se ha dicho en ninguno de los medios de comunicación del estado español.  

Del mismo modo, nada o casi nada se ha comentado sobre los dos clamorosos penaltis cometidos por el Real Madrid en su partido contra el Galatasaray y que hubieran cambiado el decorado de esa eliminatoria diametralmente.

Los hechos son los que son y resulta del todo injustificable que un individuo atente impunemente contra los objetivos de un equipo que lleva preparándose toda la temporada para alcanzarlos, atomice las ilusiones de millones de aficionados, descuajeringue unos presupuestos institucionales basados en la consecución de esos objetivos y después como gratificación se le conceda arbitrar la final de un Mundial o una Eurocopa cuando lo lógico sería que como profesional (pagado y muy bien por su labor) fuera sancionado duramente por los innumerables errores cometidos y que tan dástricas consecuencias han comportado.  

¿Qué compensación recibirá el Manchester por su eliminación o que sanción se le impondrá al causante de la misma? Pues sucederá exactamente lo mismo que la pasada temporada en la eliminatoria que enfrentó a Barça e Inter.

Creo que ya va siendo hora de que los parámetros que rijan las contiendas dejen de ser tan arbitrarios porque de lo contrario conseguirán por fin que incluso aquellos que adoramos este deporte nos lleguemos a cuestionar su imparcialidad y acabemos por detestar su manipulación. 

 

SERGEI.