¿DEMOCRACIA?

Todos sabemos que democracia es una palabra que se deriva de una etimología compuesta del antiguo griego y que según Platón se podía definir como “el gobierno del pueblo”. Cierto es que como en todos los órdenes sociales que a lo largo de la historia han sido, esta se fue modelando según los intereses de algunos en base a determinadas pautas regidas supuestamente por la moralidad y la ética. De ese modo, la democracia directa; aquella en que las decisiones son adoptadas directamente por los miembros del pueblo a través de plebiscitos; dio paso a la indirecta o representativa; cuando personas elegidas para representar al pueblo toman esas decisiones; y de esta, en sociedades más evolucionadas que la nuestra, a la participativa; en la que los ciudadanos pueden organizarse para influir directamente en las decisiones públicas poniendo a disposición del pueblo además amplios mecanismos plebiscitarios. En España obviamente el modelo de gobierno es el segundo con la salvedad de que esa gente designada para representar al pueblo en lugar de tomar las decisiones más adecuadas para la ciudadanía, acostumbra a tomar las que más les perjudican. Gentes que visto lo visto hacen prevalecer sus propios intereses en detrimento del bienestar y evolución comunes. Pues bien, yo quiero democracia, quiero que mis representantes tengan la imaginación y coraje suficientes como para conducirnos a un estado de bienestar aceptable. Quiero que si se me ha de gobernar se me consulte sobre la toma de decisiones trascendentes. Prefiero invertir 40 mil millones en educación y sanidad que en rescatar entidades financieras que no se lo merecen. Quiero que me paguen lo justo por mi trabajo y poder mantenerlo sin miedo a que me despidan por coger un resfriado o porque si. Quiero que se permita que el pueblo se exprese libremente y no que un magistrado considere ese derecho un acto antidemocrático. Yo quiero simplemente democracia.

SERGEI.