CARTA A UN MERENGUE:

29.10.2013 11:50

Ante todo debes saber que nunca me olvidé de ti, eso es imposible pues te haces presente partido a partido tanto para lo bueno como para lo malo, lo malo es que lo bueno cada día que pasa escasea más en ti.

Y así, entre unas cosas y otras, nunca encontraba el momento de escribirte hasta que hoy me lo he propuesto, como una obligación, para decirte por fin todo lo que pensamos sobre ti entre los nuestros.

Vaya por delante que desde estas líneas te quiero trasladar mi más sincera enhorabuena por esa personalidad que tanto te ha caracterizado y que cada vez en mayor medida te define.

Esa capacidad tuya para hacernos ver a los demás que aquello de lo que hemos sido testigos no era más que el fruto de nuestras ilusiones y que la realidad, bien distinta, no era otra que la que tú y los tuyos pregonáis, es envidiable.

Pero claro está, para ello lo primero es ser un buen comunicador y tú, sin duda lo eres, no en vano cuentas con todos los medios a tu disposición para que tu realidad sea la que prevalezca por encima de las falsas ilusiones de quienes todavía nos limpiamos las orejas y frotamos los ojos asistiendo hipnotizados a vuestro magisterio comunicativo.

No cabe duda, después de asistir durante varios días a la continua y pertinaz catarata de críticas a tenor de este ultimo clásico, de que eres el tipo más maltratado y sobre el que más injusticias se cometen de este mundo.

Por favor, gracias a ti, se que este sábado pasado en realidad no jugamos al futbol, sino que tan solo existieron un par de jugadas.

La primera, unas manos clamorosas y premeditadas de Adriano que como he leído en alguna crónica, debió ser expulsado por ser el último jugador.  

La segunda, ese penalti en forma de atropello cometido por Masche sobre ese dios que habita entre vosotros y que por cierto debía haber conllevado idéntico castigo para Masche que la anterior para Adriano.

Y es que es verdad, sabes comunicar y transmitir tan bien que ahora veo claro que todo lo demás fue una simple ilusión elaborada en nuestras pobres mentes.

No mereció tarjeta Carvajal, ni expulsión Sergio Ramos y mucho menos se cometió penalti sobre Cesc. No quedó impune Pepe de todas sus tropelías pues la verdad, esa que afortunadamente tan bien nos sabes transmitir y que nos ilumina y abre los ojos, todo ello no existió más que en nuestras ilusorias mentes.

La realidad, tal y como tan acertadamente me has mostrado es que en ese partido tan solo existieron dos jugadas y que en ambas fuisteis dramáticamente perjudicados.

Precisamente sobre ello hablaba esta mañana con unos conocidos de Granada y de Elche que se descojonaban al oírlo.

Porque esta es otra, tenías que haber salido líder del Camp Nou porque el hecho de que hubieses tenido que venir a siete puntos también es una irrealidad montada en nuestras mentes.

En fin merengue mío, hasta hace poco sentía rechazo por tanta manipulación y cinismo con el que impunemente actuabas, rechazo por la arbitrariedad y el dogmatismo de tus valoraciones pero aunque me sigues resultando algo así como el repelente niño Vicente debo decirte que poco a poco te voy comprendiendo.

Eres para mi, ¿Cómo lo decías tu hace unos años? ¡Ah sí!, como ese provinciano que no acaba de hacerse en una gran ciudad.

Eres divertidamente patético con tus continuas quejas y lamentos.

Y espero y te deseo que continúes así durante muchos años más porque eso querrá decir que yo y los míos continuamos divirtiéndonos contigo de lo lindo.

Un saludo y que sigas igual merengón mío. 

 

SERGEI.