CARTA A VICTOR VALDÉS:

Corrían los albores del presente siglo cuando le vaticiné a mi entrañable amigo Ángel que en ti teníamos al futuro portero del plantel. Lo tenías todo para defender el marco del primer equipo y no me equivoqué.  En la siguiente temporada Her Louis te hizo debutar con las figuras e incluso tu insumisión en aquellos tiempos me pareció adecuada. ¡Qué caray! Hay que hacerse valer.  Carácter, decisión y personalidad son cualidades indispensables no solo para defender el marco de cualquier portería sino sobre todo la del Barça. Con el paso del tiempo siempre te he defendido ante tus detractores. No solo te considero uno de los mejores porteros del mundo sino que en algunas facetas, imprescindibles en el sistema y filosofía de juego del Barça, eres el mejor. No hay nadie como tú en el uno contra uno y aún mucho menos en tu categoría de juego con los pies. Tus últimas declaraciones las interpreté de forma positiva, la vida es relativamente breve y todo ser humano que desee evolucionar está obligado a enriquecerla con renovadas vivencias, conocimientos y experiencias. Sin embargo debo confesarte que siento una gran desilusión por tú precipitada e irresponsable decisión de comunicar públicamente tu negativa a renovar por tu club. Por el club que te ha criado y te ha hecho hombre. Por el club que te ha convertido en uno de los mejores porteros del mundo, en el que eres una pieza fundamental y en el que juntos tantas páginas de gloria habéis escrito. No sé qué razones te han movido a poner a tu club, a tu equipo, a tú gente al pie de los caballos. Nos has fallado Víctor, a mí, a toda la afición, a tus compañeros quienes sin duda te habrán pedido reflexión y prudencia, al cuerpo técnico; pobre Tito, vaya marrón; a la institución, cualquier portero nos va a costar el doble o el triple de su valor de mercado; en fin creo que nos has fallado a todos. Si tu intención ha sido la de hacer daño, te garantizo que lo has conseguido y si no, no entiendo porque no has actuado de otra forma. Te puedes ir, claro está, estás en tu derecho y yo lo aplaudo pero como un señor, con elegancia y no como lo has hecho. ¡Y pensar que podrías haber pasado a la historia como el mejor portero de todos los tiempos! Que te vaya bien Víctor aunque permíteme que dude de que jamás vuelvas a disfrutar como lo has hecho hasta ahora en la que fue tu casa. 

SERGEI.