HAGAMOS LEÑA…:

02.05.2013 08:57

Es indudable que tras la dolorosa eliminación de los dos colosos del fútbol español se abre un periodo de reflexión y sin duda de replanteamientos. 
Sin embargo, la manera en que la van a afrontar unos y otros, se me antoja ostensiblemente diferente. 
La debacle del FCB ante el Bayern en Champions, aunque dolorosa, era a todas luces previsible. Estamos hablando de un equipo que en los últimos diez años ha marcado una época, sobre todo en el último lustro y que esta temporada ha tenido que luchar contra todo tipo de adversidades en forma de lesiones, enfermedades y otros parámetros más sutiles. 
Si a ello le unimos una mala planificación, sobre todo en el capítulo de refuerzos incorporados en las dos últimas temporadas, el resultado tampoco resulta tan desalentador pues al fin y al cabo se ha llegado nuevamente a una semifinal continental y presumiblemente se alzará nuevamente con el campeonato de liga. 
De lo que no cabe duda es que el equipo ha llegado al tramo culminante de la temporada, lento, fundido, sin ideas ni capacidad de reacción. 
La responsabilidad yo creo que esta compartida, pero en cualquier caso e insisto en ello, nada se mantiene eternamente y el Barça, en la segunda mitad de la presente temporada ha mostrado muchos síntomas de saturación.
Sin embargo si repasamos los éxitos logrados en la última década, nos encontramos con un total de 19 títulos mayores y sobre todo con la sensación de que en este club se ha instaurado un modelo muy definido tanto de juego como de gestión. 
Por lo tanto considero del todo prematuro, hablar de un fin de ciclo porque en este caso tendríamos que hacerlo de una época y creo sinceramente que todavía hay cuerda para rato. 
El Barça cuenta con una excelente cantera de la cual existen ciertas piezas que están más que capacitadas para dar el salto al primer equipo y como en todas las categorías inferiores se practica exactamente el mismo sistema de juego que en el primer equipo, la adaptación táctica es automática. 
Tan solo y a mi modo de ver hay tres cuestiones que deben abordarse con urgencia. 
La primera, altas y bajas. No cabe duda de que el Barça debe reforzar varias zonas, sobre todo, defensa y delantera y ahí esta vez sí que tiene que acertarse, se deben incorporar piezas que mejoren o aporten un valor añadido a la estructura existente. 
Para mí hay cuatro jugadores que no ofrecen el rendimiento exigible a pesar de que a todos ellos los considero buenos y con sus calidades pero no a nivel Barça. Hablo concretamente de Cesc, Villa, Alexis y Song. 
Capítulo aparte merece la portería y esta sería la segunda cuestión. Si Víctor ha tomado su decisión, respetable pero bajo mi punto de vista anunciada en el peor momento posible, lo que está claro es que el Barça debe beneficiarse del cache y venderlo esta misma temporada al mejor postor, fichar un portero que ofrezca ciertas garantías y tenga capacidad, Guaita no me disgusta y subir a Ondoa ya, para que empiece a foguearse. 
La tercera es plantearse y asegurarse de que el cuerpo técnico está capacitado para asumir el reto de reestructurar el sistema táctico y la plantilla y no es que dude de la capacidad de Tito pero si de si este se encuentra al cien por cien para asumir una tarea que va a resultar muy intensa. 
En cualquier caso con el campeonato de la presente liga, serán veinte los grandes títulos cosechados por este club en los últimos diez años y con serias perspectivas de seguir en lo más alto del fútbol mundial. 
En la otra orilla se encuentra el Real Madrid. 
Su enésimo intento por alcanzar la décima ha vuelto a fracasar y al contrario de lo que llevan augurando los voceros desde hace ya casi cinco temporadas, yo ahí sí que veo un fin de ciclo. 
El Madrid en las últimas diez temporadas ha ganado ocho títulos, ninguna Champions, Mundial de clubs ni Supercopa de Europa. Ha ganado cuatro ligas por cinco del Barça, (seis si finalmente se alza con la presente), una copa por dos del Barça y tres supercopas de España por cinco de su eterno rival. 
Por lo tanto el balance final es de veinte a ocho y la diferencia, doce títulos más en una sola década, tres Champions, dos Mundiales de clubs, dos Supercopas de Europa y los ya mencionados en el párrafo anterior. 
Se fichó a Mourinho para ganar la décima y acabar con la hegemonía del Barça y la verdad es que no ha conseguido ninguno de los dos objetivos. 
El técnico ya ha dado pistas de que su etapa en el equipo blanco ha llegado a su fin y mucho me temo, tal y como ha sucedido con los anteriores clubs en los que ha estado que tras su paso se producirá un alarmante vacío difícil de llenar. 
Si a ello unimos la posible marcha de alguna de sus principales figuras, Cristiano o Xabi Alonso por poner dos ejemplos, la llegada de un nuevo cuerpo técnico y su lógico proceso de aclimatamiento, podemos vaticinar una próxima temporada muy dura para los de Concha Espina. 
Lo que está claro es que con él se han ganado tres títulos, y tiene pendiente la final de Copa que pudiera representar el cuarto. Un balance tremendo. 
Sin embargo es probable que la afición del Madrid tenga la recompensa que merece por haberse dejado embaucar y por dar por bueno lo que en cualquier otro club de esa categoría y serio y antes el Madrid lo era, resultaría inaceptable.

SERGEI