LA METAFÍSICA DEL BARÇA:

26.04.2013 11:27

 

La metafísica es una rama de la filosofía que aborda y analiza la naturaleza, estructura, componentes y principios fundamentales de la realidad.

Sin embargo, el espíritu materialista y codicioso que ha guiado la evolución humana a lo largo de su historia, se ha ocupado concienzudamente en manipular e incluso ocultar los verdaderos principios que rigen toda realidad Universal.

El porqué es sencillo, simplemente una sociedad en poder de conocimiento es inmanipulable por lo tanto es mucho mejor mantenerla en la ignorancia para que así se crean todo lo que se les dice y acepten a pies juntillas los hechos que les son impuestos.

Por ejemplo, uno de esos principios irrefutables es la polaridad que probablemente junto con el de causa y efecto sea el más reconocible para la humanidad, si bien, en ambos casos ínfimamente comprendidos.

A través de ese principio se nos muestra que todo es doble, todo tiene su par de opuestos, es decir, que toda verdad no es sino una semiverdad y como conclusión encontramos que los extremos son idénticos en naturaleza y tan solo difieren en grado.

Ese grado, ese camino de ida y vuelta lo estamos recorriendo aunque no nos percatemos de ello, de forma continuada, a la inspiración le sigue la expiración, a la noche el día, al frío el calor y al flujo el reflujo.  

Pues bien, en el deporte y muy específicamente en el mundo del futbol, al igual que sucede en la mayoría de ordenes de nuestra vida, parece que lo suyo es obviar que esto es así y exigimos que el día se prolongue indefinidamente, desaparezcan las olas y tan solo inspiremos.

Pero la Ley natural nos demuestra que eso es imposible porque lo único que conseguiremos con ello es enfermar y en el peor de los casos padecer un colapso cuasi mortal sino mortal del todo.

Sin embargo existen varios principios más que pueden ayudarnos en nuestro intento para que las cosas no pasen de un extremo al otro de manera frustrante y traumática.

Por ejemplo el del ritmo, que nos muestra que todo está sujeto a sus periodos de avance y retroceso que todo lo que sube, baja, que todo se mueve como un péndulo y que su oscilación a la derecha será la misma que le corresponda hacia la izquierda. El ritmo no es más que la compensación de ese movimiento.  

Comprender este principio nos puede ayudar a intentar mantener ese movimiento en unos parámetros aceptables de oscilación.

No hace falta romper con todo porque algo salga mal, sobre todo si somos conscientes de que ese salir mal es tan lógico como natural. Simplemente es necesario ajustar las piezas y vibrar con la intensidad adecuada.

El principio de vibración nos enseña que todo está en continuo movimiento, que nada es estático, todo vibra.  La cualidad consiste en identificar el grado de vibración adecuado en cada momento.

El Barça, curiosamente desde los últimos estertores del anterior régimen; y con ello no quiero decir nada pero siempre me ha llamado la atención; empezó a generar una nueva imagen sustentada en un proceso evolutivo que le ha conducido a la excelencia deportiva. Es el único club deportivo del mundo capaz de presentar a todas sus secciones en las fases finales de sus respectivas disciplinas. Ya no hablamos tan solo de futbol o de básquet, abarcamos el hockey, balonmano, futbol sala o atletismo.

Eso quiere decir que en sus casi ciento veinte años de historia, ha sabido analizar y utilizar, aprender, como arriba es abajo, principio de correspondencia y finalmente cuando las condiciones han sido propicias para ello, consolidar.

Por  lo tanto no seamos tontos y no nos rasguemos las vestiduras por un revés que probablemente al final resultará beneficioso sino que encaremos con positividad el camino que aún nos queda por recorrer.

Vibremos todos juntos en un grado que nos permita ilusionarnos lo suficiente (no lo olvidemos somos energía) como para seguir gozando de un ciclo que según algunos ya se acababa hace cinco años y que sin embargo para otros no ha hecho más que empezar.

Apuntaros a la segunda opción porque es la buena. 

 

SERGEI.