MOTIVOS Y RAZONES:

Sobre la supuesta problemática catalana creo sinceramente que o bien no se ha querido reflexionar o simplemente no interesa que se solucione. En primer lugar los españoles deberían preguntarse si los catalanes o cualquier otro colectivo con una antigua tradición histórica y cultural tiene derecho a manifestar su opinión acerca de su propia identidad. La respuesta obviamente debe ser “si”, dado que en un sistema democrático todos tenemos derecho a opinar y sobre todo a que nuestra opinión sea respetada. En segundo lugar somos muchos los catalanes los que nos preguntamos ¿Qué ha hecho España por Catalunya? Fue sometida por las armas, expoliada de sus fueros, prebendas y privilegios, privada de su hegemonía comercial en el Mediterráneo, calumniado y vilipendiado su pueblo hasta el extremo de convertirlo en enemigo del resto de España. Se ha intentado con reiteración eliminar su lengua, una de las más antiguas del mundo occidental y a todo ello hay que añadir la más reciente usurpación de recursos, como por ejemplo las Ferias y Congresos de las que en los últimos treinta años Catalunya ha perdido más del cuarenta por ciento a favor de IFEMA o las bonificaciones que reciben las empresas extranjeras por ubicar su sede social en la capital del reino. Catalunya contribuye con una aportación del 20% de la riqueza total del Estado y asume así mismo el 20% de los gastos generales. Si España tiene una población aproximada de 45 millones de habitantes por una simple regla de tres resulta que 3 millones de españoles están viviendo a costa de Catalunya pero por pasiva podríamos afirmar que el pueblo catalán (compuesto por poco más de seis millones de habitantes) está perdiendo aproximadamente entre un veinticinco y un treinta por ciento en su calidad de vida, renta per cápita y reversión de recursos aunque muchas serán las voces que manifiesten que esto no es así. Es simple, tan solo es cuestión de revisar los motivos y razones que han conducido a esta situación y proponerse corregirlos de una vez… si es que aún estamos a tiempo si bien tal y como dice el refrán “nunca es tarde si la dicha es buena”.

SERGEI.